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Corrientes Capital

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Veredas Rotas, Accesibilidad Imposible

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Las vemos todos los días, las transitamos, las pisamos y nos quejamos de su estado, pero ¿alguna vez te pusiste a pensar cómo impacta el estado de las veredas en Corrientes en aquellas personas que tienen una discapacidad? ¡Vamos a averiguarlo

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Las veredas en Corrientes y su accesibilidad

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Para comenzar a hablar del problema que constituye el estado de las veredas en la Ciudad de Corrientes, y las dificultades que ellos generan en personas con discapacidad, es necesario dejar bien en claro un concepto central: La accesibilidad. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (La cual tiene jerarquía constitucional desde el 6 de junio de 2008), Define a la accesibilidad en su artículo 9 de la siguiente manera: “A fin de que las personas con discapacidad puedan vivir en forma independiente y participar plenamente en todos los aspectos de la vida, los Estados Partes adoptarán medidas pertinentes para asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas urbanas como rurales. Estas medidas, que incluirán la identificación y eliminación de obstáculos y barreras de acceso”.

Por lo que cuando se habla de accesibilidad, se hace mención a un concepto mucho más amplio del que se puede pensar comúnmente, pero en esta ocasión es importante centrarse en la accesibilidad en cuanto al entorno físico en el que transitan las personas con discapacidad. 

En la misma convención se menciona que el Estado tiene la potestad para eliminar obstáculos y barreras de acceso en edificios, transportes públicos, instalaciones exteriores e interiores como escuelas, viviendas, instalaciones médicas, lugares de trabajo y por supuesto calles o veredas.

Pero por si esto fuera poco, en Corrientes también tiene vigencia desde el año 1991, la Ley Provincial 4478, que hace referencia al Régimen de protección integral para personas discapacitadas. Dicha ley menciona en su artículo N°3, que el estado provincial deberá prestar a través de sus organismos dependientes servicios como “Facilidades de transporte público y eliminación de barreras arquitectónicas en lugares públicos”.

Con estas reglamentaciones no sólo se clarifica el concepto de accesibilidad, sino que además quedan expuestas las obligaciones que tienen los gobiernos para asegurar y mantener el bienestar a cada persona con discapacidad que habite en este territorio.

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Para conocer más acerca de estas leyes, podes hacer click acá, y observar infografías interactivas de elaboración propia, las cuales te guiarán acerca de las reglamentaciones actuales relacionadas a la discapacidad

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Pero ¿Es para tanto el problema?

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Lamentablemente a día de hoy no se cuenta con ninguna fuente oficial que aporte datos certeros acerca del estado de las veredas en corrientes, no existe un censo que indique cuantas están rotas, cuántas mal construidas o cuentas con un pésimo mantenimiento. Esto sólo sería posible en un mundo ideal, ya que, si ahora ponemos en cualquier buscador “Veredas Corrientes”, el panorama parece ser muy alentador. Encontramos artículos que cuentan que se aprobó el ensanchamiento para veredas céntricas en la ciudad de Corrientes, que el Gobierno municipal avanza con la implementación de veredas inclusivas, o que Corrientes puede “presumir” de tener playas “inclusivas”. En todos nos comentan proyectos que se van a realizar, o que se están realizando, pero en ninguno se llega a hacer énfasis en la problemática real que representa el mal estado de las veredas en Corrientes, y cómo esto afecta sobre todo a personas con discapacidades ya sean motrices o audiovisuales, por ejemplo.

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Al ser imposible encontrar datos oficiales, y para salirnos un poco del panorama que vienen a proponer los principales medios de la ciudad, fue necesario realizar un rastrillaje personal, a través del cual se pueda exponer gráficamente la situación real o más bien “no publicada” del estado de las veredas en Corrientes. Para ello se llevó a cabo un recorrido a pie el día 3 de noviembre de 2021, en el que se tomó como espacio físico de estudio el sector contenido entre las avenidas 3 de Abril, Costanera General San Martín y las calles 9 de julio y Entre Ríos.

Los resultados obtenidos luego de recorrer un total de 5,88 km, en un periodo de tiempo de 116 minutos, son cuanto menos preocupantes. Según las experiencias que nos comentaron diversas personas con discapacidad, se tomaron como faltas graves y registrables a veredas rotas, rampas de acceso en mal estado, baldosas salidas, desniveles entre veredas sin rampas para sillas de ruedas u objetos a baja altura que puedan ser peligrosos para personas con discapacidad visual, entre otros. En este espacio físico temporal se reconocieron 102 faltas graves a las reglamentaciones y necesidades actuales que se traducen directamente en grandes obstáculos para personas con discapacidad. Pasándolo a otros números, se encontraron más de 17 faltas graves en cada kilómetro recorrido, casi dos faltas graves por cuadra. Otro dato clave es que a lo largo del recorrido por las calles Padre Borgatti, Don Bosco, C. Pago Largo, Chaco, Misiones y Entre Ríos, no se pudieron hacer más de 200 metros sin encontrar un obstáculo para una persona con discapacidad, es decir que este es el recorrido más largo sin alguna interrupción considerable que puede realizar una persona con discapacidad en más de 400.000 metros cuadrados de superficie analizada. Números más que reveladores.

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Para visualizar este mapeo completo de forma interactiva se puede ingresar aquí, en donde además vas a poder enviar tus propios registros y quejas acerca del estado de las veredas en Corrientes.

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Pensar en el otro

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El problema está a la vista de todos, día a día los que transitamos esta ciudad nos tropezamos con alguna baldosa salida, pisamos algún charco que se creó por un pozo en la vereda o nos quejamos por haber pisado materia fecal de algún animal que su dueño se olvidó de juntar. Si lo miramos desde esta perspectiva no parece ser algo “tan trágico”, sin embargo, ¿Te imaginaste vivir en esta ciudad y tener que desplazarte en silla de ruedas? ¿O ser una persona ciega y tener que estar constantemente esquivando obstáculos? Ahí la cosa cambia bastante, y es que una de las principales dificultades para plantear esta problemática es salirnos de nuestros lugares de privilegio y ponernos en el lugar del otro.

La mejor manera de hacerlo es cederle la palabra a personas con diferentes discapacidades, y que nos brinden experiencias de primera mano, así es que en esta oportunidad vamos a conocer las historias de Marcos, Ulises y Maxi.  

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Marcos y sus improvisadas referencias

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Marcos Dufort es un músico de 40 años, instructor en la fundación Tiflos para personas no videntes y forma parte de la asociación Fotos del Alma. Es ciego de nacimiento, y cuando se le consultó acerca de su opinión del estado de las veredas en corrientes mencionó que “lo principal para que un ciego pueda transitar por la ciudad son las referencias que uno puede tener con el bastón”. Esta palabra es clave ya que justamente una referencia es lo que viene proponer el sistema de veredas inclusivas que se pretende instalar en la ciudad, ya que se trata del asentamiento de una hilera de baldosas, las cuales cuentan con un relieve que contienen canales paralelos que funcionan como guías para el bastón, y que al llegar a un punto clave como ser esquinas o rampas de acceso, cambian su relieve a una superficie punteada, para notificar a la persona que está llegando a estas instancias. 

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Sin embargo este proyecto recién está dando sus primeros pasos en la ciudad, y son muy pocas cuadras que se adaptaron a esta necesidad, por lo que Marcos comentó que a día de hoy el debe improvisar sus propias referencias, como por ejemplo las paredes de las construcciones o cuando camina por las plazas explica que, “Yo tomo como referencia la línea que se genera entre el pasto o la tierra y el concreto, esto a veces me trae problemas ya que por lo general hay baldosas salidas o pozos que me hacen tropezar y perder la referencia. Yo esto lo practicaba mucho en la plaza Torrent que está enfrente al instituto Valentín Haüy (instituto para personas ciegas), pero por falta de mantenimiento cada vez iban apareciendo más bachecitos”.

Cuando se le consultó por los principales obstáculos que tiene la ciudad el fue bastante explicativo, “ Las principales dificultades no son solo las veredas rotas, o las baldosas salidas que ya son de público conocimiento, si bien estas son las más comunes y que prácticamente en cada cuadra te topas con algo así, también pasa que la gente deja cosas en el camino, basura, las motos en la vereda y cosas así. También está el tema de las ventanas que abren para afuera, que si te las enganchas te podes lastimar feo, o los carteles en el camino que a nosotros nos aparecen de la nada prácticamente. O hablando de algo más puntual, también está el tema de los puestitos callejeros en la peatonal, de esos que venden ojotas fundas de celulares y cosas así,  que si bien ellos te ayudan a que no les pises su mercadería, si resultan ser una gran incomodidad”.

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Ante la consulta de los peligros que pueden traer estos obstáculos, Marcos explicó, “Una de las cosas más jodidas que se suele dar en la zona de microcentro, es que hay mucha variación entre la altura de las veredas, y no hay ninguna baranda o referencia que te indique el fin, entonces puede pasar que venís caminando y te terminas cayendo al vacío por no saber cuando termina, más aún si venís apurado, la caída puede ser tremendamente perjudicial”. 

Con respecto a su situación puntual agregó, “Yo vivo en el barrio Ponce acá en Corrientes y me tengo que manejar enteramente por la calle, porque casi que no hay veredas o están en muy malas condiciones, entonces yo tengo que optar por la calle sabiendo los riesgos que esto pueda traer, te manejas con la ayuda de Dios y con las propias referencias que uno se va inventando con la experiencia. La verdad que estaría bueno que los políticos también se ocupen un poco más de estas cuestiones”. Pero en cuanto a las obligaciones, Marcos no solo se que queda en los gobernantes, sino que añade, “La responsabilidad es esta situación es de todos, porque si se hacen proyectos para arreglar las veredas, pero uno viene y me deja la moto en la vereda y yo la termino chocando, el problema se mantiene”.

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Ulises y Maxi, estudiantes con sueños de inclusión

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Además de Marcos, también existió la posibilidad de charlar con Ulises Pereyra Cotinho y Maximiliano Sanchez, ambos actualmente se encuentran cursando la carrera de Comunicación Social en la Universidad nacional del Nordeste (UNNE), y a pesar de sus diferencias, podemos encontrar grandes similitudes con respecto a sus opiniones del estado de las veredas en Corrientes. 

Ulises tiene 24 años y a causa de una hipoxia neonatal, que le provocó una parálisis cerebral, tiene una discapacidad motriz por lo que debe desplazarse en silla de ruedas. A pesar de las dificultades, el año pasado logró recibirse en la tecnicatura de periodismo, y cuando se le consulto por la problemática de las veredas fue severo, “Es pésimo, tenes de todo, desde veredas totalmente rotas que son intransitables, hasta veredas que están bien hechas, pero a la vez están desniveladas, entonces como que tenes un combo que no te permite que puedas tener un acceso adecuado con la silla de ruedas, y entonces uno termina optando el transitar por la calle. La mayoría de las veces que voy con la silla de ruedas por alguna de las veredas de la ciudad tengo problemas, siempre había un obstáculo que me impedía subir a la vereda, ya sea por que estaba rota, un cascote en la vereda o autos mal estacionados en las rampas”. Nuevamente, al igual que con Marcos, la calle se termina transformando en la única opción para transitar, a pesar de los riesgos que esto conlleva.

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Con respecto al futuro de esta situación, Ulises no es tan esperanzador, y comenta, “Particularmente al ver que no se producen cambios en el estado de las veredas y en otras cuestiones que hacen también al tránsito para una persona con discapacidad motriz, voy a tener que seguir movilizándome por la calle y parando a los autos para cruzar, en esa misma línea me voy a tener que seguir quejando de que la situación no cambia, y expresando la necesidad de que lo haga lo más rápido posible”.

Por su parte, Maxi tiene actualmente 26 años, nació seismesino y una sobredosis de oxígeno en la incubadora le terminó provocando ceguera. Él está cursando materias de segundo y tercer año de la carrera de Comunicación Social y espera pronto poder recibirse de periodista. A pesar de que en las preguntas nunca se lo mencionó, Maxi no solo habla como persona ciega, sino que engloba al resto de las personas con discapacidad y sostiene que, “Las veredas en Corrientes son bastante malas, porque hay muchos escalones que son bastante altos y eso dificulta a las personas con discapacidades tanto visuales, como a aquellas que utilizan sillas de ruedas, también hay muchas veredas que son bastante angostas, lo cual se nota mucho en la zona céntrica y termina generando grandes inconvenientes”.

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Además a través de sus relatos, trae otra problemática a la discusión, “Una de las dificultades que tengo a la hora de caminar por las veredas es pisar materia fecal, porque las personas desgraciadamente tienen la mala costumbre de cuando sacan sus perros a hacer sus necesidades no limpian”. Pero también viene a proponer una solución a esto, “Esta situación se puede solucionar si hubiera más controles de no dejar o tirar cosas en la calle, esto también daña al medio ambiente, yo pienso que si hay foto-multa para los autos, estaría bueno plantear una foto-multa para las personas que tiran basura en plena vía pública o no juntan las heces de sus mascotas”. 

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En relación a las mencionadas veredas inclusivas, Maxi se muestra muy ilusionado a pesar de la cruda realidad que relató, y concluye explicando que “En caso de que se sigan haciendo veredas inclusivas, sería un sueño para mí, porque por ejemplo yo lo que espero es que no solamente en la zonas céntricas se empiecen a implementar, sino también en toda la ciudad, me encantaría poder desplazarme sin problemas”. Pero no termina su participación sin recordar otras situaciones, que no hacen más que graficar el panorama que vive una persona con discapacidad hoy en día, “Otra caso a mejorar es que no haya carteles publicitarios, columnas o aires acondicionados en plena vereda, yo he tenido compañeros que se han golpeado la cabeza al chocar con estas cosas, y tuvieron que ser asistidos por personal médico”.

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Si quieres conocer más acerca de las entrevistas a Ulises y Maxi, y cómo sus experiencias son invisibilizadas en los medios de comunicación, escucha el podcast “Realidades Ocultas”

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¿Y los vecinos?

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Adjudicar las mayores responsabilidades al Estado, al gobierno provincial, municipal o a los principales nombres que ocupan estos cargos, parecen ser las primeras opciones que se barajan cuando se estudia la responsabilidad del estado de las veredas en la ciudad de Corrientes. Sin embargo, no hay que olvidar que estamos hablando de una responsabilidad compartida. Nosotros, vos, yo, ustedes, todos los habitantes de la Ciudad de Corrientes, tenemos la responsabilidad de mantener en buenas condiciones esos espacios públicos que nos pertenecen a todos: Las veredas.

Por esto es que no sorprenden declaraciones como las de Mercedes González, que conoce muy bien de estas experiencias, ya que no solo es especialista en Gestión de servicios para la discapacidad y en la inclusión laboral de personas con discapacidad, sino que además es entrenadora de un equipo de básquet en silla de ruedas. Cuando se le consultó acerca de las responsabilidades ella fue contundente “no solo es el estado, sino que hay malos vecinos”. Ella argumenta esto, ya que pone a la “falta de conciencia ciudadana”, como un factor fundamental para que las veredas estén en estas condiciones. Refuerza esto argumentando que “hoy en día está vigente un plan impulsado por la municipalidad para arreglar tu vereda y financiarla en 24 cuotas sin interés”, y efectivamente está haciendo mención al denominado “Plan de Veredas”, impulsado por la Municipalidad de Corrientes que se engloba dentro del eje “Ciudad Amigable”.

Este proyecto tiene como uno de sus principales objetivos “Optimizar la transitabilidad de la ciudad”. Pero, ¿Esto es suficiente para poder afirmar que se trata de malos vecinos?¿Y si en realidad se trata de falta de conocimiento acerca de estos planes? Ante la duda lo mejor que se puede hacer es informar. Por lo que es sumamente necesario, saber que si alguien quiere conocer más acerca de este plan de financiamiento de veredas, puede comunicarse a través del número 0800-5555-6864 (Municipalidad de Corrientes), o bien haciendo click aquí.

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Poner de nuestra parte

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Para finalizar ¿Qué podemos hacer nosotros? Hay gestos que pueden parecer muy simples, pero que sin embargo aunque no los veamos al instante, se terminan generando grandes beneficios en la vida diaria de personas con discapacidad. Evita arrojar basura a la calle, por más pequeña que sea se termina acumulando y se convierte en un gran obstáculo. Si sacas a pasear a tu mascota no olvides juntar su materia fecal, ya que para una persona con discapacidad visual es casi imposible detectarlas en el camino, y en caso de que una persona que utiliza silla de ruedas no las distinga, la materia fecal termina en las ruedas e incluso en sus manos. Si utilizas un vehículo, de ninguna manera lo estaciones en una rampa de acceso, como ya vimos, por sí solas estas rampas no se encuentran en buen estado, pero si se las obstruye, quedan totalmente obsoletas. En cuanto a lo estructural, intenta mantener la vereda de tu propiedad en el mejor estado posible, no instales canteros o arbustos que restrinjan el espacio mínimo de circulación. Y recordá que los aires acondicionados que tienen salida a la calle y se encuentran a media o baja altura, las ventanas que abren hacía afuera por sobre la línea municipal, y los árboles que tienen sus ramas a baja altura, no solo son ilegales, sino que pueden provocar grandes accidentes en personas con discapacidad visual. 

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El objetivo de esta investigación no fue solo exponer las falencias estructurales de Corrientes, o conocer historias solamente para visibilizarlas, sino que además se busca generar un cambio, que comience en uno, luego pase a unos pocos y así se vaya expandiendo cada vez más, para que de una vez por todas se pueda pensar en que es posible un ciudad 100% inclusiva.

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Texto: Fabricio Gimenez

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Vereda rota y llena de escombros, una postal de la capital correntina.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Veredas angostas y cubiertas de escombros, imposibles de transitar
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Vidrios rotos y afilados a disposicion de la vía pública.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Vereda completamente obstruida por restos de arboles.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Imagínate cruzarla con una silla de ruedas.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Ejemplo de vereda inclusiva.
Fotografía: medio 7 a las siete.

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La basura en la calle, otro factor de exclusión.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Vereda con un desnivel de casi un metro, un peligro para personas ciegas.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Rampa de acceso destruida y completamente aislada del resto de la vereda.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Caño de desagüe al descubierto.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Materia fecal, otro inconveniente muy desagradable y común.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Arboles con ramas a baja altura, un imprevisto para personas ciegas.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Botellas, escombros, basura, troncos, todo en menos de 10 metros.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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Cable pelado en medio de las escalinatas de una vereda.
Fotografía: Fabricio Gimenez.

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